En lo más profundo del bosque o a la vuelta de la esquina, abandonados a las mentiras del lobo disfrazado de abuelita o del internauta anónimo, fascinados por la sonrisa seductora del vampiro o del vecino rijoso… la maldad nos acecha. Porque, como sostiene Espido Freire, «los monstruos existen». Habitan entre nosotros, lo queramos o no; forman parte de nuestra vida cotidiana, desde tiempos inmemoriales: sutiles...
- Leer más